enero 06, 2005

De las ventanas

Diecese que los ojos son las ventanas del alma, y eso a mi me da exactamente igual, yo no los se utilizar muy bién, quién me conozca a medias sabrá de los tropezones que he dado por no fijarme, y mas de un bofetón he merecido por que mi mirada se dirija a dónde no es conveniente en el momento preciso del suceso. Es por eso que una ventana mas confiable es la que da a la calle...

La ventana que da a la calle
no deja de ver llover,
yo me siento con ella
a comentar las gotas que musicalizan las calles desiertas.

Ya no se ven enamorados que se besan y se mojan,
Ya no hay una mirada que me distraiga de mi ventana.

El silencio se pasea liviano por las aceras de la calle mojada,
las gotas no lo molestan, porque al fin solo son un coro.

El silencio que me ocupa es como el de los sepulcros,
que no es mudez, mas bien sordera.

Si no salgo yo a mojarme es porque no me gustan los baños de agua tibia con dos aspirinas,
y un día de asueto en la cama.

¿Qué seria de mi ventana si no pudiera yo mirarla?

1 comentario:

Queen of Hearts dijo...

me causò eso del bofetòn!!! clàsica! los hombres siempre mirando donde no deben y cuando no deben jajajaja.. saludos.