junio 25, 2007

No te cambio


La mirada de tus ojos tiene fuego
fuego que invita,
como esa lumbre abrasadora
con la que cocina la abuela
y me hace saberme en casa.

La pasión la guardo para tus manos.
para las tardes que se convirtieron en mi estandarte
para tu piel untada de noche y lunas,
para las caricias de viento tibio en la noche
en la noche de tu cuerpo y en el mar de tu voz.

Tus labios traen la duda del mar,
el caos, la incertidumbre,
la calma del ahogado

Equilibro tu voz rodeada de centellas
con este hibrido desazón
de entre soledad y abandono
de entre añoranza y paz,
combinadas todas y mirándote por el rabillo del ojo.

Si me atraes como a la muerte el fuego,
como la tristeza al mar,
como la verdad a la noche,
como el silencio a un beso.

¿A que vienes?