enero 24, 2005

Reincidir en la repetición

Las cosas que se hacen una y otra vez no son tan aburridas, siempre y cuando se tenga la emoción y la gana de hacerlas bien desde un principio –como lo mandan los cánones del buen güevón.- El placer de un trabajo terminado y bien realizado puede semejarse a la felicidad por lo efímero, y por la intensidad del placer mismo.
Ese bien hacer las cosas que te distrae del mundo, y no te deja mirar hacia otros lados, que te hace respirar aires con mas aroma, te hace mirar moros sin tranchetes y caminar por donde los demás sin tropezar.
Supongo que cuando esas situaciones son repetidas es por mera coincidencia, yo soy un desocupado en la mayoría de los rubros que se nos puedan ocurrir, por esta condición recomiendo buscar esas casualidades.

Mil veces virgen
eso es lo que eres,
eso es lo que grita
la lagrima que resbala
por tu mejilla.
¡Ah! la cima.
Continúa resbalándote
por mis manos,
Nos baña el sepulcro del silencio.
Ven, consume dos minutos
de cáncer en un beso compartido.
Ahora si, sonríe de nuevo
para que supure la herida.
Desvístete y durmamos,
duerme en tu solo sueño;
porque mil veces despertaré
al ave que tienes cautiva
en tu erotismo,
y romperé su jaula
con el mismo amor
con el que me la lleve hoy...
...por segunda vez.

enero 19, 2005

Un Partido Intenso.

Es la época indicada para hablar un poco de Foot-Ball aplicado Hay cosas que de tanto escucharlas se vuelven verdad, una de ellas es que este deporte es como la vida misma, y me aprovecho de esta terrible verdad para poder explicarme que sucede con mi vida, y si quedamos que mi vida tampoco la se expresar si no es descrita detrás del perfume de una mujer el asunto sería así:

Amo este deporte, y he tenido la fortuna de tener una larga temporada con distintos y sumamente placenteros enfrentamientos, en cada uno de ellos acostumbro dejar la vida, me gusta jugar así intensamente, los equipos contrincantes no se quejan demasiado, -incluso llegan a decir que soy buen jugador,- ya tengo un ritmo de juego que se vio truncado no por una lesión, al fin y al cabo “Sin dolor no hay juego” lo que aquí sucedió fué lo que también dijo Vince Lombarda; “El cansancio se convierte en miedo” y yo salí agotadisimo de un gran partido, parecía interminable sumamente técnico con ofensivas sumamente agresivas y de mucho puntaje en el tiempo regular de juego, y después de quedar empatados las defensivas jugaron con tal fiereza que no hubo punto para nadie, pero fué sumamente agotador. Perdí el partido por una mala ejecución obviamente en el último segundo, me agarraron en safety.
Sigo teniendo el amor al juego, y ese miedo que provoca el cansancio no me ha detenido. Cuando reviso los videos de los últimos partidos me emociona ver tanta emoción, pasión, técnica, creatividad, fuerza, y también mañas, trampas, pases a jugadores inelegibles, hombres de más en el campo de juego al arrancar la jugada, y un sinnúmero de puñetazos a las costillas en la línea de golpeo. Pero si me encuentro feliz de poder darme el tiempo para “couchar” si bién será –seguramente- un estilo completamente distinto de juego, y hasta posiblemente un deporte diferente dejo como legado algo que se escribió antes de yo nacer:

Para tu juego más importante

Toma el balón, hijo mío,
y te nombro 'quarter back" de tu equipo en el juego de la vida.

Soy tu 'coach' y te la doy tal como es.

Sólo hay un calendario de juegos:
dura toda la vida y es un solo juego.
Es un partido largo, sin tiempos fuera ni sustituciones.
Tú juegas el partido entero toda la vida.

Tendrás un gran 'backfield' y mandarás señales;
pero tus otros tres compañeros, atrás de la línea,
también tienen gran prestigio, se llaman:
Fe, Esperanza y Caridad.

Jugarás detrás de una línea verdaderamente poderosa.
De un extremo a otro de ella, se hallan:
Honestidad, Lealtad, Devoción al deber,
Respeto a ti mismo, Estudio, Limpieza y Buena conducta.

Los postes del gol son las perladas puertas del Cielo.
Dios es el referee y único árbitro.
El hace todas las reglas y no hay apelación contra ellas.

Hay diez regias básicas:
tú las conoces como los Diez Mandamientos,
y las aplicas estrictamente de acuerdo con tu propia religión.

Hay también una regla fundamental:
lo que tú quisieras que otros hicieran por ti,
hazlo tú por ellos.

En este juego, si llegas a perder el balón, pierdes también el juego.

Aquí está el balón.
Es tu alma inmortal que debes estrecharla contra ti.

Ahora, hijo mío:
¡Sal al campo y veamos qué puedes hacer con ella!

Vince Lombardi

enero 17, 2005

No siempre se puede amar.

En definitiva la revolución pasa por mi cabeza a cada momento, tengo la indignación mas desarrollada que cuando era adolescente y me tildaba a mi de idealista, mi esperanza en la humanidad se daría mas fácil si esperanza fuera Esperanza la de mirada triste rodillas encontradas y caderas prominentes.
No se aún de esas cosas del amor, pero solo puedo proyectar mis inquietudes, felicidades y desganos cuando tienen nombre de mujer, yo quedo abandonado cerca del altar cuando matan a una foca con una cachiporra, y me quedo dormido entre los muslos mas suaves al encontrar una infantil sonrisa d´esas que salen como la hierba sin que nadie las siembre, por eso digo que:

No siempre se puede amar,
como yo te amo a ti.
Tanto es cierto esto
que no sé como pude hacerte ir.

Supongamos que ya no te amara,
¿Entonces porque te extraño?
¿Entonces porque es verdad que te añoro?

El sabor que dejan las mañanas
es ahora mas amargo,
tan amargo, como vacío despierta mi brazo,
y hastiado me hallo de tu ausencia

Esa habitación de la cual robaste cada haz de luz,
-para hacerlo tuyo, para deslumbrarme, darme calor,-
esa habitación que nunca estuvo cerrada
quedo seca, vacía, sin una gota de vida,
se muere porque quedó sin ti

Añoro a esa vida, tuya y mía,
te deseo en cuerpo y ausencia.

Te deseo, cuando ando sobre un charco,
y los chasquidos de mis zapatos
no son mas que lagrimas que te recuerdan

Y te añoro cuando ya no me queda mas aire
para respirar, que el que dejaste guardado,
en las fundas de mi almohada.

enero 11, 2005

Otra ventana

Es la nostalgia cosa completamente ajena a la añoranza, y pienso yo en medio de las dos se encuentra el extrañar a tal o cual.
¿Es solamente mía esa sensación de que te lleva la… tristeza, y el hecho de notar que "sientes" te hace feliz?
Por eso insisto en las ventanas.


Junto a la ventana.

Junto a la ventana, entre la mesa y la cama,
esta la figura del recuerdo que se descompone en fantasía,
Aquí, un poco mas cerca, en mis dedos,
esta la memoria táctil de tus piernas.

No quiero seguir preguntándole al perro
si el también recuerda las noches (y los días)
en que esperaba echado bajo el comedor a
que diéramos pausa a nuestro cuerpo, para ocuparnos de su comida.

No quiero cuestionar al viento
acerca de tu nuevo perfume,
ni tengo a quien interrogar
por el destino del vacío que dejó mi mirada en tu pecho.
¿Será que tengo miedo de encontrar en algún rincón
un beso que no nos dimos?

¿O será acaso que estoy enamorado
de esta silla, en la que tristemente te recuerdo
mitad de luz, y lo demás en penumbra?

enero 07, 2005

Mariana.

Mariana se presento aquí por la mañana, estuvimos felices recostados en la alfombra de la sala hasta pasado el medio día. Me convenció de no ir a trabajar, así que preparamos un desayuno sencillo. Con Mariana nunca necesitamos de grandes cosas para disfrutar, o pasarla bien. Un día fuimos a Chapultepec, y convertimos una de las fuentes en nuestro propio hogar, estaba amurallado, precioso con cortinas abiertas acompañando los bastos ventanales, hermosas y delicadas pinturas adornando cada muro de la casa, y Mariana, ella corriendo por los pasillos, regando el jardín, prendiendo las luces e iluminando cada habitación por donde se llega a sentir por lo menos su aroma. Las noches en esa casa eran interminables y a la vez tan insuficientes como los dulces de cuando era mas niño, siempre amanecer feliz, sin hambre, sin sed, ni sueño, ni luz, ni sombra, eso se perece a lo que es Mariana. No todo mundo quiere a Mariana, a mis papás por ejemplo no les gusta que Mariana exista, ni que sea tan importante para mi, pero no pueden hacer mella en nuestra relación, aun aquí me visita de vez en vez, y creo que esos días la amo tan sórdidamente como la repudio esos otros que no viene. No se porque cuando no esta me es tan exasperante, no me comprendo ni a mi, no se como puede llegar y decirme con toda la calma del mundo que no soy su único amor, me es tan hermoso escuchar su voz feliz, trinante, como de gorrión, disfrutando nuevamente y convidándome de su vida con otros. Ah Mariana, como se puede hacer amar y detestar con tan pequeñas cosas, cuando dice adiós, así, sin mas ni mas, ni un porque, no concede ni un minuto extra, te besa y te da la espalda, ella empieza a caminar, y yo a odiarla, no entiendo a que vino si se va a largar, si tenia pensado abandonarme de nuevo, si no hace otra cosa que acrecentar mi soledad con su abandono, si por ridículo y obvio que suene, pero no es así de sencillo, si mi soledad es una, llega ella y me hace vivir, pero cuando de nuevo se va el negro es mas oscuro, la muerte mas profunda, incluso el viento mas seco y tibio se deja de sentir. Pero diablo de mujer solo da unos pasos y voltea a mirarme con esos brillos bajo las cejas, entre la boca, desprendiéndose de sus oídos, de sus manos, de su pecho que parece inmaculado por dentro y por fuera, libra un beso y con su sonrisa vuelve a aparecer mi amor por mi y por ella, por cada color que pueda percibir mi vista, y, hasta es mas liviana la lluvia que le resbala por sus cabellos, libres como ella y libros de mis dedos. Esa primera vez que apareció cerca de mi puerta, también venia mojada, y también me ayudo a entender la frescura de las gotas, que del cielo vienen como Mariana a calmar las fatigas del cuerpo y de la mente, esa vez solo quería un poco de lechuga para un conejo que compraría la semana siguiente en el mercado de animales, ¿Quién que la conozca le puede negar algo a Mariana? Abrí la puerta de la casa y la invite a pasar, sin saber que se quedaría también en mi corazón de lunes, se quito el ridículo sombrero que ayuda tan bien a su imagen de absoluta seriedad en lo que a ganas de disfrutar una vida se puede referir, me miro a los ojos, tomo su lechuga, arranco tres hojas, me besó en la frente, y prometió volver un día cualquiera. Supe entonces que no se iría ya jamás. Ella nunca abandona, ni cuando estuve en el hospital por defender su existencia dejo de visitarme, se disfrazaba de enfermera, de camillero, de doctor, o se escondía bajo los carritos de comida pero no dejo de visitarme, y me ayudo a sanar. Mariana siempre esta ahí, cuando estoy triste ella lo sabe, y me busca en el parque, en nuestro árbol, de Mariana y mío, ella me lo regalo, y yo le creo que es mío, bueno de ambos, nos ponemos a hablar, y ella habla y yo la escucho, y ella sigue hablando y yo la miro. Hoy Mariana me dijo que no podría volver a mi casa, pero que yo debo decidir si prescindir de su compañía o buscarla, es obvio lo que debo de hacer, así que creo que lo correcto será que me acueste a descansar para poder empezar su búsqueda lo antes posible.

enero 06, 2005

De las ventanas

Diecese que los ojos son las ventanas del alma, y eso a mi me da exactamente igual, yo no los se utilizar muy bién, quién me conozca a medias sabrá de los tropezones que he dado por no fijarme, y mas de un bofetón he merecido por que mi mirada se dirija a dónde no es conveniente en el momento preciso del suceso. Es por eso que una ventana mas confiable es la que da a la calle...

La ventana que da a la calle
no deja de ver llover,
yo me siento con ella
a comentar las gotas que musicalizan las calles desiertas.

Ya no se ven enamorados que se besan y se mojan,
Ya no hay una mirada que me distraiga de mi ventana.

El silencio se pasea liviano por las aceras de la calle mojada,
las gotas no lo molestan, porque al fin solo son un coro.

El silencio que me ocupa es como el de los sepulcros,
que no es mudez, mas bien sordera.

Si no salgo yo a mojarme es porque no me gustan los baños de agua tibia con dos aspirinas,
y un día de asueto en la cama.

¿Qué seria de mi ventana si no pudiera yo mirarla?

De mucha lucha.

Hay quien tiene la horrible idea de que la Lucha Libre es solo circo y chou, en fin un engaño para el espectador, y pocos toman en cuenta y valoran el riesgo que corren estos semi-heroes verdaderos, por eso a manera de homenaje escribí este choro a una mujer de esas, contra las que no se puede luchar.

Quiero retarte...
a que expongas tu cabellera en mi almohada,
yo arriesgare que descubras mi personalidad.

Todo será en una habitación cerrada,
sin relevos ni second´s, sin ayuda de ningún tipo.

Exhibiré mis técnicas de seducción,
mientras tu utilizas tus artimañas de enamoramiento.

La batalla estará pactada a una caída,
hasta rayar el alba.

Te atare a mi cuerpo con un candado del que no podrás salir,
mientras con tus piernas cortas el suministro de aire a mi corazón.

Mágica exhibición de vuelos peripecias y fantasías
en esta hermosa lucha a ras del colchón.

Me limitaré a verme vencido desde el momento
en que arranques mi mascara con la fuerza de tu boca,
pero seguiremos con venenos sin antídoto,
con movimientos limpios,
hasta que mas de tres segundos con las espaldas planas
nos demuestren que ha llegado la hora de dormir.

enero 05, 2005

No hay quinto malo

Para el quinto toro de la tarde, ella ya estaba entre mis brazos, durante toda la corrida, y cada que ella distraía su mirada del centro del ruedo nuestras miradas se cruzaban, mi mano tomaba la suya sin buscar mayor pretexto, nuestros rostros se acercaban y con una sonrisa de complicidad salíamos del enredo con un beso en la mejilla, entonces un “ole” volvía nuestra atención al entorno, yo seguía odiando la fiesta brava, y ella la soportaba por visitar a un viejo amigo.
Un segundo tercio mal ejecutado pero que atrae la atención general, las suertes con la muleta dejaron mucho que desear a los aficionados y suficiente desinterés a nosotros, sus ojos gritaban de ganas, mis manos vibraban una bienvenida, y nuestras bocas se anhelaban.
La bestia no quiere morir, se resiste, la estocada fué tan mala que al parecer no menguo las ganas de seguir con la faena. Un publico que presiona, tres descabellos y nada, suena un primer aviso… pero la bestia no quiere morir.
No conocí al sexto de la tarde, porque ella y yo salimos juntos al darnos cuenta de que la bestia no quería morir.