Mengo

Vengo
por ti,
por tus mis
que no serán míos

Porque al sudor a secas
le falta sal,
porque no tiene nada de lagrima
ni de saliva
ni de beso.

por eso digo que vengo
y me quedo
mudo,
y me acurruco
cansado,
mientras el frío pasa.
…bueno
mientras el calor se queda.

Por eso digo:
que esta bandera blanca
ha de ser mi estrategia,
en la batalla de tus besos;
en los que no pierdo un segundo
ni gano en experiencia

Por eso digo que las marcas
los olores
los recuerdos
también pasan,
o solo se recuerdan.

O es que nada pasa en realidad.

Si se quedaran marcadas
las patas de nuestras sillas
no barrería la arcilla.
Es por eso que vengo.

Consideraciones.

Considera como un pendiente la raíz de de las narices mojadas,
considera las promesas pendientes como poemas no escritos,
considera los poemas no escritos como nudos en la garganta de un dragón,
considera de cuidado a un dragón con un nudo en la garganta,
porque esos nudos solo se pasan con un lago de lagrimas de doncella.

Retazos

16

con la misma calma con la que se lubrica el amor
se lubrica el andar paso a pasito
de puntitas por si las moscas
… por si los grillos.

Y vine con ganas de pensar en ti

Y vine con ganas de pensar en ti,
pero tenía que pensar en como hacerlo.
Cuando uno piensa así nada más
corre el riesgo de que los pensamientos sean salados,
o tal vez demasiado empalagosos
cuando no son muy picantes o simplones.

Dejé de pensarlo demasiado y puse un beso al punto,
lo sazoné recorriendo tu forma con la mirada lo aderecé
con mis dedos enredados en tu cabello.

Lo he estado dejando reposar,
sin batirlo demasiado y mirando como esponja.

Terminé batido de pies a cabeza.

Pensaba mantenerlo ahí hasta que pasaras a recogerlo
pero ya no tiene sentido.

Mi pensamiento está listo e indudablemente rumbo a ti.

Allá tú...

está bien,
no me hagas caso
que me lleve el diablo
otra vez
sin ti
pero no creas que te salvas
porque te traigo siempre
entre los dedos
en la mente
y en las ganas
Allá tu y tus silencios
de cualquier forma también tu voz quedó atrapada
como a veces tus uñas en mi espalda
y tus sonrisas que volando atravesaron mis orejas