
No necesitaron de un Dios terrible que los expulsara del paraíso. En solo un “chist” ese par de novatos olvidaron las llaves en el picaporte y su hogar fue tomado por miembros de alguna agrupación protegida por un afamado político endemoniado que estaba en campaña por al poder de la tierra. Y no es verdad que la causa haya sido una manzana, bueno si, fue por querer dar la vuelta alrededor de una manzana vecina y averiguar como era la vida fuera del paradisíaco apartamento en el que habitaban, y claro, con la abundancia que dejaron en el refrigerador se crió una bola de cerditos que se reproducen y engordan rápidamente.
El ahora es cantante de cantina en cantina y ella friega platos en un café de chinos, se ven poco, y cuando lo hacen; ya ni siquiera se reconocen.
Salud.
1 comentario:
Mi querido y super galanazo amigo, me gusta mucho tu sarcasmo. Tienes un humor negro bastante peculiar que siempre me arranca mis buenas carcajadas.
Un abrazote.
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