Me han dicho...
-los que saben de amor-
que el uno está junto del otro
cuando se piensan.
Luego entonces;
no he tenido tiempo de extrañarte
Si cada noche sigo llegando a casa,
cansado del trabajo y de la gente,
a refugiarme en tu brazos,
y puedo dormirme contigo.
¿Por que habría de quejarme?
Si sigo estando impregnado y lleno de ti.
Te traigo en mis bolsillos, entre mis dedos,
incluso te desbordas de mi boca, y de mis ojos;
cuando volteo,
y miro que no llegas.
1 comentario:
Qué bonito poema! Yo también lo creo así, aunque a veces duela que sea de esta manera. Muchos saludotes y un abrazo.
Publicar un comentario