¿De que ha servido matar al último de la tarde?
¿Para que amar a la mil veces virgen?
¿Que hago con un caballo de hojalata mascado por un dragón?
Si, logré que no me olvidara,
y ahora abro las ventanas esperando que no sea el viento,
que sea la luna con un calor que (sé bien) no posee.
Mato postdatas que están de más,
y recupero mariposas de vientre que yacían en el cesto de la basura.
El problema no es la soledad,
el asunto está en lo que lleva la mía,
tiene sed y sueños,
y en lugar de reposar juntos,
nos turnamos a velarnos.
Parece el cuento de nunca acabar.
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