Eso de que los caballeros no tenemos memoria no aplica para el sentido del tacto, podremos olvidar cumpleaños, aniversarios, lugares, situaciones, incluso "nombres". Pero la memoria tactíl... esa... esa si se queda.
Cuéntame como late
un corazón enamorado,
como miran unos ojos
llenos de ilusión.
Mírame y platícale a este extraño
de caricias y de abrazos,
de canciones tarareadas
y de noches con sudor.
Tu sabrás decirme
como se refleja en la mirada
la ansiedad de que una vida
se disfrute entre dos.
Platícame, vamos;
¿A que sabe una voz en el oído?
¿Cómo se siente cuando unos labios
encuentran a otros labios que también son tuyos?
Dime.
Que me anda por escuchar de tu boca eso
- que amor mío –
yo no he olvidado.
4 comentarios:
¡¡¡Ohh!!! mi querido soliloquio, se necesita mucho valor para desear oir de caricias cuasi ajenas cuando esas aun se tienen en los dedos y en la piel, pero esta bien en horabuena por los que lo consiguen.
Hermoso, bello y suculento.
besitos llenos de ronchas
oiga, ayudeme y digale al negro que ya pegue los resultados de las predicciones de la nfl en su blog.
Pooooorfaaa
Por fin!!! le correra la sangre a este buen espacio...hasta contagiar la misma luna!
Y me declaro participe a tu sentir...porque en verdad es imposible silenciar esas caricias que aunque hallan sido en tiempos pasados...hasta el hoy aún nos dejan suspirar por el ayer...que hoy nos conforma!!!
Y entonces irremediablemente brindemos pues, por la eternidad del ayer, las memorias...y el hoy!!!
Otra vez...es un placer estar por aki!!!
Besos de la luna y lo llena!
Madre mía, nunca había pensado en eso de la memoria táctil, pero suena mmmm, como para hacer una terapia recordatoria (conste que todo sea por la salud mental) tocar y tocar: este sí, este no, este sí, este no sé...deja otra vez jeje
Ya fuera de broma, me encantó el poema que le viene muy ad hoc.
Un beso con cariño !
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