marzo 14, 2007

¿Mi palabra? Que no valga.

Nada de acuerdos tácitos,
hay que firmar cada una de nuestras ganas.

Con una caligrafía perfecta,
palabra por palabra,
imposible de malentender
y dibujada cuidadosamente
con la yema de mis dedos
sobre cada espacio de tu piel.

Asiento que te quiero
en paz,
apasionadamente
tranquila,
felizmente
al fin.

Mientras ronroneas mimosa sobre la almohada
vuelvo a tus hombros desnudos
reviso tu aliento inquieto
y dejamos las palabras para otra ocasión.

No hay comentarios.: