enero 16, 2006

Otra semana. (pero inglesa)

I
Amo los templos de piel y entrañas
los que tiemblan y destruyen,
los que tiemblan y edifican.
Amo a los que sin echar raíz dan frutas,
amargas, dulces,
envenenadas o dadoras de vida.
Si no sabe o se mueve,
¡Que se la lleve el olvido!

II
¿Recuerdos reales?
Tengo dos.
cuando te conocí,
y todo el tiempo en el que no te has ido.
¿Recuerdos Creados?
Uno.
el como te marcharás
como te miraré
y como nos quedaremos así,
sin mas.

III
Sóplame un rocío de olvido,
adelántame que sucederá cuando extrañes a u familia,
cuando te vallas en esa santa semana a visitarlos,
cuando me olvides por siempre durante unas horas.
Ahora paladea tu aliento,
Ahora yo me echaré a dormir.

IV
¿En dónde te buscaría si te hubiera perdido?
En la borrita que se me acumula en el ombligo,
en el último lugar que se busca antes de decir…
…pues no está.
O en lo agujeritos del teléfono.
Pero si quisiera encontrarte
tendría que buscarte mas lejos,
cerca de tu viejo hogar.

V
Si no tienes garras
amárrate navajas de afeitar a los dedos
y toca el querreque en un arpa jarocha.
Si rompes dos o menos cuerdas…
puedes buscarte una pareja,
o inventarte un padre y abrazarlo.
Si rompes tres,
ven y jugamos manitas calientes.

4 comentarios:

AZUL dijo...

el olvido verbo insistente en nuestros propositos y objetivos, en el respirar....y tan difícil de localizar....efimero y veraz...
por de mientras que se le encuentra dejemonos abrazar por su piel vacilante que nos lleva a la divinidad de los sueños e ilusiones aunque a veces sea amargo el despertar...

IVETTE GARCIA ARREOLA dijo...

lo rinbombante no le ganara nunca al conceptismo...usted sabe porke digo esto querido lobo(no es mas que una alusion al copmentario anterior....)
le dejo un saludo esperandolo ver proto.

besos, me agrada mucho sus letras(eso tbn lo sabe)

Unknown dijo...

Soloyloco:

Me gusta la última estrofa... ahi justos sobre las muñecas...

Un beso, espero leerlo pronto.

Anónimo dijo...

Quería decir algo, pero ya se me olvidó. Y es que por fortuna la memoria es selectiva, y las cosas que no valen la pena nos abandonan rápidamente.